Las incidencias en los servicios de Renfe Cercanías correspondientes a los núcleos de la Comunidad Valenciana han tenido mucha repercusión a nivel estatal, hasta el punto que ha obligado a intervenir al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), el valenciano José Luis Ábalos Meco. El líder socialista ha anunciado la inmediata puesta en marcha de un ‘Plan de Acción’ que introducirá mejoras en los niveles de puntualidad y fiabilidad antes del final de este año, un horizonte de esperanza que, sin embargo, no resuelve los problemas presentes para muchos viajeros, como los de la línea C-2, la que une València-Nord con Xàtiva y Moixent. Es por ello, por ese plazo temporal impreciso para comprobar las mejoras, por lo que un grupo de alcaldes y concejales de esa línea han mostrado su desesperación y solicitan soluciones a Renfe Cercanías por las continuas deficiencias y problemas.
Analizados los problemas ferroviarios y comprobada que para ellos la necesidad de actuar es acuciante, los representantes municipales de las localidades de Algemesí, Moixent, Alcúdia de Crespins, Silla, Pobla Larga, Manuel, Canals, Ènova, Benifaió y Carcaixent acordaron junto con Samuel Martínez, que es el portavoz de la ‘Plataforma Indignats amb Renfe’, intentar pactar una reunión con los responsables de los conflictos ferroviarios, es decir, por una parte Renfe Viajeros y por otra Adif, a la que también se invitará a asistir a un representante de la Generalitat Valenciana, para en ella insistir en que el malestar de estos ayuntamientos continúa siendo grande por la calidad de los servicios en la línea C-2, calidad que en su opinión es deficiente. Martínez, según los datos de los que dispone la ‘Plataforma’, informó que “en los últimos años se ha experimentado una pérdida notable de calidad del servicio. Como ejemplo, durante 2019 se cancelaron más de 7.000 trenes, lo que supone una media de 21 trenes diarios”.